En cada pestañeo de sus ojos te veía delante suya como si de una mentira se tratara. Al elevar su brazo para tocar tu cara se dio cuenta que realmente estabas allí frente a ella y lo único que pudo hacer fue echar a correr.La veías marchar, no entendías el motivo pero tampoco hiciste nada para impedir q se fuera por aquellas calles vacías. Se perdió en ellas y no fue hasta mucho tiempo después que supiste de su paradero entre rosas rojas....
O.O
ResponderEliminaresta entrada me ha encantado =)