Los recuerdos de mi mente

Una tarde de primavera nos encontramos bajo la noria, me sonreíste y me hiciste un gesto invitándome a subir a ella, acepte la invitación y subimos juntos.

Hablamos de nuestras cosas mientras dábamos vueltas y finalmente nos detuvimos en lo mas alto.

Los dos nos pusimos colorados y nos quedamos mirando fijamente hasta que tu tan lanzado como siempre me besastes en los labios.

Al separarnos nos quedamos embobados mirando el atardecer sobre los tejados mientras me rodeabas con tus brazos.

Fue una de las mejores tardes que pasamos juntos antes de tu partida definitiva.