Subía al monte de noche para poder ver las estrellas y es que en aquella oscuridad se podía apreciar las constelaciones sobre su cabeza.
Ella era así de peculiar le gustaba como olía la calle mojada tras una larga tormenta y los césped recién cortados, cuando llegaba la primavera iba al campo y cogía margaritas para hacer pulseras y anillos con ellas. No era la típica que las deshojaba porque eso le parecía un tanto aburrido.
Le encantaba lo difícil pues suponía un gran reto para ella y podía ver un día entero como una araña tejía su telaraña.
Así era ella una chica con una rareza tan singular
me encantan esas rareras, proque resulta que también em gustan a mi =)
ResponderEliminarjaja me siento identificada..=)
ResponderEliminar^-^ mmm esque son buenas rarezas
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