Lloraban los astros desde el cielo, pues en su corazón había tormenta, los rayos caían cual puñaladas e iban rompiendo poco a poco la coraza que le protegía, él estaba dándole fuerte, esos ojos verdes la envolvían entre nubes algodonosas y nubes tormentosas, puesto que por un lado quería amarle, dejar caer el muro y tirarse a la piscina de cabeza, pero su razón le decía que él le haría daño.
¿Razón o corazón? Esa es la cuestión.
ResponderEliminarMe gusta :)
...
ResponderEliminarmuy bonita entrada y verídica al 100 %
besitos!