Era de esas niñas que soñaban con llegar a ser princesas de príncipes azules que con el tiempo desteñían, se ponía los zapatos de cristal que guardados en el armario junto a la varita mágica que hacia varias semanas había hecho en la escuela, le gustaba imaginar que las nubes eran su carruaje y que la llevaban al palacio de ensueño que moraba allí en lo alto. Pero ya había dejado atrás esos sueños, hacia tiempo que la realidad le había llamado a la puerta y que echaba de menos aquella etapa de ingenuidad
Yo también echo de menos esa etapa de inocencia e ignorancia...
ResponderEliminarSí he estado viendo las motos! :) impresionante, merece la pena ir! Jeje. Un besote
Tanta magia... Pero se tiene que volver a la realidad.
ResponderEliminar*Besos :)