Miras a tu alrededor y no hay nadie. El silencio te estremece pues a esas horas la plaza estaría llena, sabes que algo te observa y ahora maldices el juego que te propuso. Ya ha empezado y cada paso, cada respiración es una carrera contra reloj. Cumple tu promesa llega al final por muy doloroso que sea, porque si no el señor de las tinieblas se hará con tu ser por el resto de tu patética vida y creeme no te gustara.
Uh , alguien ha apostado con quien no debía por lo que veo.
ResponderEliminarBesos.