Se perdió olvidando tantas cosas, sin acordarse que un día se sentía augusto entre las sabanas de franela, que dormía mecida en una almohada de algodón y el olor de su perfume a media noche. Ella se marcho para siempre dejando atrás todo aquello que un día fue de él, las fotos ardieron mas deprisa de lo que creía y el único que se resintió fue su pequeño corazón, había pasado mucho y tenia que darle esa patada a su pasado
Me ha gustado mucho! A veces, aunque no queramos, tenemos que dejar atrás el pasado y lo que vivimos y centrarnos en el presente.
ResponderEliminarUn abrazo!
Joana
gracias :)
Eliminar¡Hace demasiado que no me paso por aquí! (estas vacaciones, que despistan a la ya muy despistada de While)
ResponderEliminarUna muy buena entrada :)
crêpes
rellenos de
sonrisas crujientes.
gracias!! Yo tambien llevo bastante sin aparecer por estos sitios :)
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